Por Alex Karuna, PhD en Teología Budista
Una de las dudas más comunes en las personas que se acercan por primera vez al Budismo, es por qué si se habla de la ‘Vía Media’ que incluye, entre otros aspectos, la moderación en la comida, se tiene la imagen de un Buda con sobrepeso. Resulta sorprendente para muchas personas el saber que dicha imagen que se puede observar en restaurantes orientales, portadas de libros, en internet e incluso en muchas salas de meditación y estudios de Yoga, no es una representación del Buda histórico. A lo largo de casi una década de dar cursos de Budismo esta aclaración la doy en la primera sesión ya que la ignorancia sobre esta cuestión ha llevado a dar explicaciones muy desafortunadas que sólo llevan a confundir o, peor aún, a compartir una idea errónea.
La imagen de Siddharta Gautama, hijo del Rey Suddhodhana y de la Reina Maya de los Shakyas, se puede identificar por estar prácticamente en los huesos, derivado de una práctica ascética extrema durante los primeros años posteriores a renunciar al trono de su padre.
Al darse cuenta que la mortificación y las práctica ascéticas extremas no le llevarán a entender el sufrimiento y por lo tanto no podrá transcenderlo ni Iluminarse, opta por la ‘Vía de Media’ (entre en nihilismo y el existencialismo). Bajo el árbol Bodhi alcanza la iluminación y a partir de ahí se le representa ya como un Buda, Shakyamuni Buda, generalmente sentado en Flor de Loto (meditando), caminando (enseñando) o recostado en la postura del León (momentos antes del Parinivirvana) sobre su costado derecho.
Si bien en el Budismo se nos invita a no apegarse al cuerpo, ya que es únicamente otro de los agregados (kleshas) en esta realidad relativa, conviene hacer esta distinción para evitar confusiones en la iconografía del Buda histórico y de otros Budas y Bodhisattvas.
Por lo tanto, la imagen del Monje el cual podemos encontrar en tiendas bajo el nombre de ‘Buda sonriente’ es en realidad Budai (China) o Hotei (Japón). Fue un monje Zen que vivió en el Siglo I de nuestra era y que, contrario a la costumbre de la vida monástica, le gustaba sonreír constantemente, hacer bromas y pasar tiempo con niños. De hecho, en muchas representaciones trae un costal en donde guardaba regalos para los niños que iban al monasterio. Esta actitud compasiva le hizo ganarse el respeto de la comunidad que lo empezó a relacionar con el Buda Maitreya, quien será el sucesor de Shakyamuni en la enseñanza del Dharma.
Es por ello que en incluso en algunas regiones de China, Corea, Japón o Vietnam se observe esta figura que representa una cualidad de los Budas, la compasión, en la vida de un Monje que se afirma fue una existencia previa del Buda del futuro (Maitreya). Así, cuando veamos esta representación ya podemos saber con claridad a quién se refiere. De esta forma podemos evitar expresiones tales como ‘sobarle la panza al Buda’ como rito supersticioso que no sólo expresa un falta de respeto sino una visión mágica que dista mucho de la verdadera espiritualidad que enseñó el Buda.
Al final del día, lo importante para todo budista es el mantener siempre el refugio en las Tres Joyas (Buda, Dharma y Sangha) y, por lo tanto, la integridad en la práctica de la sabiduría y su expresión compasiva que nos lleve a Despertar la cualidad del Buda en cada uno y alimentar la semilla de Iluminación (Tathagatagarbha) presente en todos los seres sintientes. Es por ello que Budai estará riendo que muchos hayan creído la broma de que él era Shakyamuni Buda y esperando que, a su debido tiempo, se den cuenta del error y entren en la Senda del Dharma con base en el binomio luminoso de la Sabiduría y Compasión.